En 1975, el matrimonio Enrique García Solana y Amparo Gavidia Murcia deciden la construcción de un molino en un paraje en el que, según las investigaciones, se celebraron las Bodas de Camacho, historia novelada por Cervantes en su inmortal libro (capítulos XIX, XX, XXI de la segunda parte del Quijote).

En el molino se celebra el famoso concurso literario Molino Bella Quiteria, que es convocado en el mes de marzo hasta el 31 de mayo. Tras las deliberaciones del jurado, los premios son entregados el primer sábado de julio, en una fiesta que se celebra a la sombra del molino.