Desde por la mañana temprano, se ponen a cocer cinco "puñaos" de garbanzos que han estado en remojo desde la noche anterior, en un litro de agua, poco más o menos, con un pedazo como el puño de carne de cabra vieja, y un hueso de jamón viejo. Conforme se consume el caldo se le va añadiendo agua caliente que tenemos en otro puchero al lado. Cuando está todo a medio se le echa un hueso de espinazo, una pezuña de cerdo, tres morcillas, un "puñao" de judías verdes y cinco patatas partidas por la mitad, sazonándolo con sal. Cuando está todo bien cocido y el caldo espeso, se le quita éste para hacer sopa. El cocido se toma frío.